Por. Germán Morales Z. Biólogo, MSc, MBA, PhD. Profesor Titular Universidad Autónoma de Occidente, Dirección de Extensión, Escuela de Turismo. [email protected] 

A lo largo de la historia, la relación entre el ser humano y su entorno, ha sido de adaptación y supervivencia, uso y dominación, desde la fascinación y admiración que hemos sentido por la naturaleza, hasta la apropiación de valores naturales en nuestras culturas y desarrollo humano, pues la naturaleza ha moldeado nuestra cultura, y nuestros imaginarios colectivos.

En este pensar, sentir y entender la naturaleza, hemos pasado de ser parte de ella, a ser dominador y destructor de ella, y en este viaje de evolución humana nos hemos alejado cada vez más de nuestra naturalidad, y nos hemos insertado en una artificialidad que no solo destruye la naturaleza, sino que pone en riesgo nuestra propia existencia. Sentirnos como el ser superior resultado de una creación de génesis nos ha vendido la idea de nuestro derecho adquirido para someter a la naturaleza, pues no hemos logrado entendernos desde la selección natural como el animal pensante que somos, o para decirlo en palabras Aristotélicas el animal social que somos[1], sino como un ser pensante, racional y superior que puede someter al resto de la naturaleza.

Desde esta noción de superioridad, hemos incluso abandonado nuestra humanidad, nuestra sociología, y nuestra etología e instintos naturales para tratar de generar modelos y explicaciones, que incluso muchas veces nos han vendido la idea de tener nuestro propio sistema y plan de desarrollo más artificial y lejos de nuestra naturaleza. La historia de la humanidad está llena de hallazgos y desarrollos científicos muy valiosos, de teorías, modelos y propuestas que han intentado describir desde el universo, hasta la lógica de tener un método científico claro y conciso, que logre explicar todos los fenómenos naturales y sociales que ocurren en nuestro entorno.

Todos estos científicos han hecho un aporte significativo a nuestra manera de pensar y actuar en las sociedades modernas, y han hecho un aporte monumental a transformar el pensamiento humano de las sociedades, desde modelos autocráticos, y homogenizantes hacia una sola verdad teológica, para darnos la oportunidad de tener pensamiento crítico desde muchas dimensiones del conocimiento o diversas explicaciones axiomáticas del entorno.

Indudablemente el valor de los aportes de muchos teóricos y científicos, ha sido muy valioso por su contribución a la ruptura del pensamiento humano y a sus tendencias teóricas, a sus momentos de la historia y a la libertad del pensamiento crítico[2], pero es importante mencionar también que muchos de estos autores igualmente desde su lógica y orientación, incorporaron al discurso científico y de relacionamiento con la naturaleza y los temas ambientales su propio sentido utilitarista[3], racionalista[4], positivista[5], reduccionista[6] y empírico[7], que llevaron a la humanidad por un camino que hoy es necesario reevaluar o repensar fundamentalmente en nuestra relación con los temas ambientales, sociales, culturales y económicos de la humanidad, y de nuestra percepción de relacionamiento con la naturaleza y el sentido de someterla y ponerla al servicio económico del ser humano como motor del ejercicio del llamado desarrollo.

Desde este imaginario las ciencias han tenido nombres y padres significativos que han hecho sus aportes a la construcción de la epistemología del saber y de la relación del hombre con el ambiente. Desde las propuestas de Aristóteles y su animal social, que consideraba desde una postura valoratista al hombre como el ser supremo sobre la naturaleza, lo cual, de alguna manera le daba el poder de tenerla a sus pies para su uso y dominación, o los ideales de Rene Descartes[8] y su racionalismo científico[9] que construyó sobre la base de las reglas para la dirección del entendimiento, a través de las cuales, generó todo su discurso del método y su idea de dividir los problemas hasta sus elementos mínimos y así fuimos incorporando una idea reduccionista en la manera de pensar el relacionamiento entre los seres humanos y las explicaciones de los fenómenos asociados a la naturaleza, el ambiente o entorno.

No podríamos dejar de mencionar a Emmanuel Kant[10], el padre de la ilustración con su influencia del racionalismo de Descartes y el Empirismo de Hum, que le ayudaron a construir su modelo básico de la razón, capaz de influenciar la manera de pensar de la sociedad desde esta lógica para ir construyendo un imaginario de giro copernicano en el cual, construye el nuevo método transcendental o Apriorismo que considera al sujeto como el centro y no al objeto. Esto sin duda sembró las bases para una sociedad que empieza a concebir a la ciencia por sus características de Apriori y sintética como una especie de verdad absoluta, de fe ciega, donde el sujeto es el centro del conocimiento y no su experiencia, y desde ahí esta idea de seguir siendo el ser superior sobre el planeta. Es decir, una idea que paulatinamente se va arraigando y degenerando del origen para enviar el mensaje de nuestra superioridad y de cómo el resto de la naturaleza está a nuestro servicio[11][12].

Recordaremos ahora cuando en el siglo XVIII[13], los días del cambio en Europa de una sociedad agrícola y pecuaria a una naciente industria de vapor, metal y desarrollos económicos desde la lógica del mercado, fundamentada en el nacimiento del libre mercader, el comercio y el valor del espíritu adquisitivo[14]. Así mismo de nuevas ideas que incluso generaron un nuevo catolicismo que se inspiraba más por los negocios que por la espiritualidad, de una naciente sociedad burguesa, que pasaba de un modelo feudal monárquico donde todo le pertenecía a la Corona, a una sociedad de libertades y de justicias sociales para el crecimiento económico de las naciones, desde la nueva lógica de dominación sobre la naturaleza y lo que en su momento se llamó los recursos naturales. Era la época de las revoluciones entre ellas la francesa y desde luego la Industrial[15], lo que estaba enviando un mensaje de cambio a la sociedad mundial, y desde estas influencias muchos científicos se atrevieron a proponer cambios significativos en esta relación entre el hombre y la naturaleza, y desde luego atreverse a poner sobre la mesa de la ciencia nuevos postulados.

Fue así como algunos naturalistas se atrevieron a hacer grandes aportes con sus miradas sobre la naturaleza, su origen y sus infinitas formas, fueron capaces de romper el pensamiento teológico totalitario de un ser superior capaz de crear la vida y desde sus observaciones concebir que definitivamente los animales venían de otros animales como lo llegó a afirmar Buffon[16] considerado el primer evolucionista de la humanidad. Pero fue precisamente de estas afirmaciones que se fundamentó otro de los científicos muy reconocido y del cual heredamos su Utilitarismo y la manera unidireccional de considerar a la teoría evolutiva, hablamos entonces de J. B. Lamarck quien desde su trabajo en el jardín botánico de Francia y en su Philosophi Zoologique[17] sembró las bases en nuestra sociedad para el Utilitarismo  y el sentido de progreso en la evolución, pues quien no recuerda la famosa frase que órganos que se utilizan se desarrollan o de lo contrario se pierden, es decir es el animal quien tiene la capacidad de adaptarse al entorno y de cambiar según las necesidades.

Desde una lógica utilitarista cada órgano, extensión o vida sobre la tierra tiene un propósito o sirve para algo, algo así como decir que tenemos manos para agarrar objetos, que tenemos ojos para ver, o piernas para caminar. Esto es lo que clásicamente se conoce como las sombras de Lamarck pues desde sus postulados hemos idealizado el concepto que en la naturaleza todo tiene un propósito y un sentido, pero además una dirección en la cual el ser humano está en la cúspide de esa dirección de progreso, y desde ahí observa a sus pies al resto de la naturaleza que deberá estar a su servicio.

Es tal vez la gran diferencia con la teoría darwiniana de la evolución y que tal vez, muchos no han entendido, pues desde una lógica Darwinista la evolución es bidireccional o multidireccional, en un escenario del azar y de mutaciones genéticas y de procesos de especiación donde aparecen características útiles para la supervivencia de una especie que le dan cierta ventaja adaptativa y eso hace que ese carácter pase a la siguiente generación como un triunfo de la especie sobre el ambiente, mas no como el resultado de un ser queriendo ser cada día mejor para manejar su propio cambio y evolución. No hay entonces en la teoría darwinista de la evolución, ningún sentido de progreso o de un ser en una dirección dominante sobre el resto de la naturaleza, más si, una idea de una relación adaptativa y de presiones entre la naturaleza y los seres o especies[18].

Todas estas transformaciones sociales, culturales, tecnológicas, académicas-epistemológicas y fundamentalmente económicas fueron generando una nueva sociedad con una nueva idea de aprovechamiento del conocimiento, las nuevas tecnologías, de trabajadores libres, capitalistas, y terratenientes que vendían sus servicios en el mercado del trabajo, el capital y donde la tenencia de la tierra y sus recursos naturales, en una nueva idea denominada factores de producción, que consolidó una nueva sociedad, de un total mercantilismo sobre los recursos o los bienes de la naturaleza. Estas nuevas ideas llevaron a la humanidad por diferentes vertientes basados todos en la necesidad de producir excedentes y ganancias, de acumulación de la riqueza, de depredación de lo natural para generar riqueza, en modelos mercantilistas, proteccionistas, liberales, corporativos y en las luces del capitalismo moderno en una idea de economía social de mercado o de economía mixta. Esta idea ha sido el norte de la humanidad durante décadas y centurias, así como su relación de dominación, usos y abuso sobre la naturaleza.

Esta idea fue precisamente el punto de discusión realizado en 1968 por el reconocido Club de Roma[19], que desde su profunda reflexión sobre el modelo de consumo y de límites del crecimiento, no mostraban un futuro prometedor para la humanidad. Desde esos primeros momentos del Club de Roma, su publicación en 1972 de los Límites del crecimiento[20] y su apoyo para consolidar la Cumbre de la Tierra[21] como un espacio de reflexión y ayuda para el futuro ambiental del planeta. Así mismo, los aportes significativos del ya conocido texto de Nuestro Futuro Común o el informe Brutland[22] como una aproximación no solo reflexiva de la necesidad de hacer un alto en estos modelos de consumo y destrucción del planeta, sino desde la propuesta ya generalizada y conocida por todos como es el famoso modelo de Desarrollo Sostenible.

Toda esta nueva apuesta con una visión más ambiental del planeta tiene un patrón común, las principales potencias del mundo reunidas en las Naciones Unidas vigilantes de mantener como uno de sus mayores pilares la productividad, el consumo, y la economía mundial, de hecho, el intento de balancear las dimensiones del desarrollo sostenible mantiene un profundo enfoque productivista y económico sobre la visión general de la naturaleza. Empezando por la asociación entre la palabra Desarrollo y la idea general de crecimiento económico o progreso más que de bienestar territorial y humano, que como en los siglos anteriores dejan a la naturaleza al servicio y dominación de la humanidad. A pesar de ser un gran avance sigue sin ser suficiente para poder salvaguardar la naturaleza y la cultura de aquellos espacios donde hoy se encuentra esa riqueza ecosistémica, así como sus bienes más preciados, y por ello, en nombre del Desarrollo Sostenible hoy como eslogan, marca, propuesta de gobierno, nombre de ministerio o estandarte, ya muchas naciones siguen sobreexplotando sus riquezas naturales, acabando con sus culturas tradicionales y se hace muy poco por la verdadera  protección o conservación de la naturaleza. Algo que se hace mucho más evidente en los países del mundo llamados Megadiversos, donde en medio de tal riqueza ecosistémica se levantan las mayores desigualdades, concentraciones, pobrezas del mundo y los menores indicadores de bienestar territorial.

El caso de Latinoamérica no es ajeno a esta realidad, y no en vano desde la llegada de los españoles con sus ya modelos de desarrollo fundamentados en esa dominación depredadora sobre la naturaleza que ya en 1400 siglo XV estaban en el imaginario de Europa, en un saqueo histórico, no solo de nuestros bienes ecosistémicos más valiosos, sino de nuestras culturas ancestrales sometidas por esa idea de dominación. Latinoamérica concentra la mayor riqueza ecosistémica del planeta, y desde luego una riqueza cultural que es el reflejo de esa riqueza ecosistémica, por ello, este interés profundo en sus riquezas naturales y desde luego sus servicios ecosistémicos, por parte, de las grandes potencias del mundo. Pero los modelos de desarrollo que se han implementado, siguen esa lógica general de dominar a la naturaleza, de revolución verde, de saqueo, extractivismo y contaminación para poder acumular y concentrar los excedentes de una economía arcaica y que difícilmente hace posible la conservación de la biodiversidad y eso que llaman desarrollo que a veces lo vemos y sentimos como mas subdesarrollo.

En este escenario, ya muchos pensadores, investigadores, ecólogos, activistas, y actores de la escena ambiental, social, económica, humana, y cultural latinoamericana y mundial han llamado la atención sobre la necesidad de esta reflexión profunda que se requiere para poder tener modelos de fortalecimiento endógeno, conservación de la biodiversidad y la cultura, modelos más pensados desde el bienestar del territorio y las personas que los habitan que desde el productivismo del capital a costa de deteriorar o perturbar la naturaleza[23][24][25][26][27][28][29]. Así mismo, modelos que salgan de esa lógica egocéntrica y pasen a un escenario eco-céntrico como hoy lo están proponiendo quienes lideran esta nueva visión del Mundo desde la Biomimesis[30] y los escenarios Sustentables para nuestras sociedades[31][32].  

En este sentido y después de más de dos décadas de estar trabajando con la naturaleza desde la óptica de la biología de la conservación[33], de ser un ferviente amante y seguidor del llamado  Desarrollo Sostenible o sustentable como una buena manera  de reflexionar sobre el uso adecuado y concertado de los bienes o servicios ecosistémicos de mayor valor, considero necesario en poder avanzar en el pensamiento ambiental latinoamericano y mundial, y seguir generando la discusión sobre las verdaderas necesidades con las cuales hoy cuentan nuestros territorios, y la necesidad de implementar un modelo propio que se fundamente en la riqueza de nuestra mega diversidad, pero que a la misma vez, de respuesta a esas necesidades con un modelo autóctono desde nuestro sentir y pensamiento crítico y no desde modelos exportados para poner nuestros ecosistemas, sus servicios y valores a la orden del mejor postor.

Por tal motivo, más que seguir hablando de Desarrollo Sostenible o Sustentable entre otras la vieja discusión bizantina latinoamericana, quiero proponer que hablemos de un Modelo Multidimensional de Bienestar Territorial como una nueva manera de percibir más que nuestro desarrollo, nuestro crecimiento o fortalecimiento endógeno, desde el respeto y puesta en valor por nuestros patrimonio natural o biodiversidad y nuestra Cultura. Desde esta lógica, el ser humano forma parte del entorno como el animal pensante que es, y busca igualmente el bienestar del territorio o la naturaleza antes que pensar su bienestar por encima del de su entorno, pues degradar el entorno lo lleva automáticamente a poner en riesgo su propia supervivencia, que entre otras es lo que hoy como humanidad estamos viviendo.

De igual manera, y en el escenario de mantener la reflexión sobre lo que hoy llamamos Desarrollo Sostenible, es importante preguntarnos ¿Por qué pensar el desarrollo solo desde la mirada de tres dimensiones (Social, Económica y Ambiental)?, cuando en el territorio conjugan un universo de dimensiones, es decir, los territorios y sus posibilidades de desarrollo son Multidimensionales o de N dimensiones, así que pensar la intervención de un territorio solo desde la lógica de estas tres dimensiones, no llena totalmente lo que son las interacciones territoriales, las necesidades y las oportunidades que en ellos se encuentran y que se deben poder ofrecer a las comunidades locales.

Por tal motivo, la propuesta es pensar desde la Multidimensionalidad pues es necesario pensar las oportunidades de los territorios y de sus habitantes desde las N dimensiones que sean necesarias para lograr su bienestar territorial, pues este bienestar no solo está relacionado con los componentes sociales, económicos y ambientales, sino con una gama mucho más amplia de posibilidades de intervención, por ejemplo, de muchas ciencias o áreas del conocimiento incluyendo el conocimiento comunitario local, de acuerdo a las necesidades locales del territorio y no solo del ser humano.

Por otra parte, la implementación del Modelo Multidimensional de Bienestar Territorial deberá ser una tarea conjunta entre los diversos actores del territorio en un escenario de participación efectiva (IAP) y de gobernanza donde los actores públicos, privados y comunitarios deberán entender la lógica del bienestar territorial más allá de la lógica tradicional del Desarrollo Humano (medible solo desde la lógica del PIB, por ello se propone la construcción del Índice de Bienestar Territorial)). En este escenario el lenguaje de encuentro será el de la Transdiciplinariedad o el diálogo de saberes, la complementariedad, la Hermenéutica, la complejidad y por ello, los objetivos para el futuro del planeta y de nuestras comunidades estarán más allá de los tradicionales objetivos del Desarrollo Sostenible o Plan 2030 pues se debe adicionar a esta agenda mundial verdaderos indicadores y objetivos colectivos de bienestar territorial y no solo de una fuerte influencia productivista y económica humana.

Finalmente, aquí quedan las ideas y la propuesta para seguir trabajando entre tod@s y poder desde esta nueva lógica construir un universo de acciones por el bienestar territorial como instrumento participativo para un mundo mejor con una idea de ética intergeneracional por nuestro futuro.

Es hora del cambio… ¿Cuándo Iniciamos?

Notas al pie:

  1. https://www.journals.uchicago.edu/doi/abs/10.1086/681217
  2. http://ojs.uca.es/index.php/tavira/article/view/329
  3. https://core.ac.uk/download/pdf/38842807.pdf
  4. https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/economicas/article/view/7142
  5. https://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0104-44782009000300021&script=sci_arttext
  6. https://www.psicoanalisisapdeba.org/wp-content/uploads/2019/03/Calabrese.pdf
  7. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0188-66492007000200073&script=sci_abstract&tlng=en
  8. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=0eCVDd4Xcn4C&oi=fnd&pg=PA68&dq=racionalismo+cientifico+Rene+Descartes&ots=AEgJa1MG2V&sig=41rrz0n7MI3Kb7SdvUoTX7y3IdQ#v=onepage&q=racionalismo%20cientifico%20Rene%20Descartes&f=false
  9. http://www.sidalc.net/cgi-bin/wxis.exe/?IsisScript=AGRIUAN.xis&method=post&formato=2&cantidad=1&expresion=mfn=001753
  10. https://revistas.um.es/daimon/article/view/15531
  11. http://revistas.uned.es/index.php/endoxa/article/view/5082
  12. https://core.ac.uk/download/pdf/38837993.pdf
  13. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=OXJZMz7Exj0C&oi=fnd&pg=PA9&dq=siglo+xviii+el+siglo+de+las+revoluciones+en+europa&ots=xEF1ZPyqvU&sig=WocHux3ZkZbh6qO7hC5qkmlcZKw#v=onepage&q=siglo%20xviii%20el%20siglo%20de%20las%20revoluciones%20en%20europa&f=false
  14. http://ru.iiec.unam.mx/2499/1/ReformasEconomicasSigloXVIII.pdf
  15. http://theomai.unq.edu.ar/Conflictos_sociales/Tilly%20-%20Conflicto%20Revuelta%20Revoluci%C3%B3n.pdf
  16. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=L2HH4Y0CXS8C&oi=fnd&pg=PA1&dq=buffon+naturalista+y+primer+evolucionista+del+mundo&ots=LUlTfuvQem&sig=VE8qDXzS-So7Dw8UTgoO5QCtvVM#v=onepage&q&f=false
  17. http://www.gutenberg.org/files/27664/27664-h/27664-h.htm
  18. https://revistas.psi.unc.edu.ar/index.php/FCEFyN/article/view/16766
  19. http://www.filosofia.org/enc/ros/roma.htm
  20. https://fundacionsistema.com/wp-content/uploads/2015/07/TEMAS181_PDF_MayorZaragoza.pdf
  21. https://www.jstor.org/stable/20742728?seq=1
  22. https://www.redalyc.org/pdf/4578/457845044002.pdf
  23. https://revistasojs.ucaldas.edu.co/index.php/lunazul/article/view/1116
  24. http://augustoangelmaya.org/images/obra/La_Diosa_Nemesis.pdf
  25. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=SwBl5d90f1AC&oi=fnd&pg=PA13&dq=crecimiento+a+escala+humana+manfred+max+nif&ots=MMOLL4vwpH&sig=lZmCZ3iV3as7bqYs4-7GwMoXgTg#v=onepage&q=crecimiento%20a%20escala%20humana%20manfred%20max%20nif&f=false
  26. https://revistas.tec.ac.cr/index.php/comunicacion/article/view/1794
  27. https://www.pdcnet.org/enviroethics/content/enviroethics_2012_0034Supplement_0097_0112
  28. http://www.ehu.eus/cdsea/web/wp-content/uploads/2016/12/Revista1.pdf#page=31
  29. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=ZpsYT2zJmEAC&oi=fnd&pg=PA13&dq=olga+bermudez+educacion+ambiental&ots=v8h1cA5_FL&sig=xSLag25NyCNYGZyT13p4Jb4AkoQ#v=onepage&q=olga%20bermudez%20educacion%20ambiental&f=false
  30. https://redinternacionalbiomimesis.org/
  31. https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/97552/cultura_verde-1.pdf?sequence=1
  32. https://www.icesi.edu.co/blogs/bitacorainnovacion142/files/2014/10/Art1-RIECHMANN.pdf
  33. http://historico.unperiodico.unal.edu.co/ediciones/101/22.html
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