Por: German Morales Z. Ph.D, docente UAO del departamento de Ciencias Administrativas, Dirección de Extensión, Escuela de Turismo.

Con un mundo globalizado, interconectado, con nuevas tecnologías de la comunicación, promoción, negociación y mercadeo, y con una sociedad cada vez más viajera, el futuro del turismo era sencillamente promisorio. 

En este escenario, llegó la pandemia del Covid-19 y el turismo se paralizó por completo, reduciendo la cadena de este sector hasta su mínima expresión. Esto como consecuencia de dos razones fundamentales, que son la esencia del turismo: una, entender que el turismo es ante todo una actividad sociológica y de relaciones humanas. Desde la lógica de distanciamiento social y de evitar las aglomeraciones, el turismo pierde sus posibilidades de funcionar.

La segunda razón, es que siendo una actividad de desplazamiento de cortas o largas distancias, hace que todo el proceso de viajes entre destinos se paralice afectando así todo el entramado de conectividad turística, para evitar esparcir el virus.

Para Colombia esta realidad no ha sido diferente, por ello hay varios temas sobre los cuales trabajar y que vale la pena resaltar. Es evidente que todos después de esta cuarentena, tendremos una sensación de querer espacios abiertos, naturales, saludables, con bienestar y tranquilidad. 

La tendencia será el turismo de naturaleza, de bienestar y el esparcimiento en zonas rurales. El consumo local estará al orden del día, de atractivos y zonas turísticas cercanas, pues evitaremos al máximo los viajes de largas distancias y menos de corte internacional. Es decir, será la oportunidad para que conozcamos nuestro país o región como en aquella campaña nacional de hace un par de décadas ‘Vive Colombia, viaja por ella’.

Igualmente, será tarea de los destinos fomentar este consumo local, pero más que desde la promoción o el incentivo de la demanda con campañas publicitarias tradicionales, deberá ser desde la lógica de emitir un mensaje y declarar ser destinos seguros y libres de Covid-19, pues ante la gran información que hoy posee el turista, la tendencia será la de buscar este tipo de lugares. Esa será la mejor manera de promoción de un destino. 

También es necesario poner al servicio de los empresarios del turismo, la mayoría emprendedores y microempresarios, un fondo de reactivación económica que los acompañe con capital semilla y ayudas de alivios económicos, así por ejemplo es urgente re direccionar recursos del Fondo Nacional de Turismo, Fontur, en atender las necesidades regionales de sostenibilidad de los empresarios.

El 2020 es un año diferente, de una gran crisis y las grandes crisis, requieren grandes soluciones, por ello, el sector turismo en Colombia debe tener grandes decisiones desde el Gobierno Nacional, urge congelar los créditos, los impuestos, revisar los procesos de renovación de la matrícula mercantil y el RNT, entre otras muchas ayudas que el sector necesita. 

Es fundamental, por ejemplo, entender cuál es la realidad de los empresarios en la zona rural colombiana, que muy pocas veces están representados en los gremios que tradicionalmente toman las decisiones con el gobierno sobre el sector, y, aunque ya hay esfuerzos como los de Colombia Productiva en el proceso Colombia Riqueza Natural, los fondos son insuficientes para la geografía y la realidad colombiana.

Necesitamos con urgencia un alivio y acompañamiento decidido por un sector que cada día crece más y que será el motor de la economía y el desarrollo local en Colombia. 

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