Fotografías: Armando Rojas / UAO
En la zona rural del municipio de Palmira, en la subcuenca del río Nima, se construye hoy una idea de desarrollo integral territorial llamado Corredor Turístico del Nima (CTN), una apuesta colectiva que ha logrado conectar a importantes instituciones como la Fundación Smurfit Kappa Colombia, CELSIA, y la Escuela de Turismo de la UAO, quienes junto a las comunidades locales hoy trabajan articuladamente para hacer realidad ese sueño de ser un destino competitivo de Turismo de Naturaleza.
Desde cada uno de los rincones de este maravilloso y privilegiado territorio, se escuchan los sueños de los emprendedores y las comunidades que entre senderos ecológicos llenos de aves, bosques de conservación en el Parque Natural Regional del Nima, viveros comunitarios, producción agrícola y pecuaria, artesanías, rutas y senderos para la aventura, entre otras riquezas, se encuentra toda una posibilidad de vivir el Turismo de Naturaleza para los vallecaucanos, colombianos y todos aquellos turistas que quieran conocer este territorio lleno de magia y esperanza.
El CTN ha construido una experiencia en Turismo de Naturaleza en actividades de ecoturismo, turismo de aventura y turismo rural, pues en cada uno de sus nodos de desarrollo turístico hay una historia de vida y un sueño comunitario hecho experiencia para los diferentes perfiles de los turistas amantes de la naturaleza, de la vida en el campo y de la aventura.
Llegar al CTN y encontrarse con el portal del Nima en Potrerillo, ahí donde un grupo de mujeres lideresas de la vida decidieron ponerle sabor a la experiencia del turismo desde la gastronomía tradicional, típica y campesinas, o desde la producción de flores en su vivero con toque de mujer rural.
Desde aquí se puede divisar en el paisaje a San Emigdio el que guarda todavía en la finca tradicional los secretos del sabor del Valle Valle, y que en cada solar de sus fincas tradicionales están los árboles frutales típicos de nuestra vallecaucanidad en un imaginario de una ruta de Colores y sabores tropicales.
Pues aquí en San Emigdio está la Finca Agroturística ‘La Isabella’ que abre sus puertas para que puedan vivir la experiencia de una granja agroecológica y un maravilloso invernadero de orquídeas.
O en el ‘Rincón de Los Abuelos’ un restaurante de cocina gastronómica y cocina criolla rescatando los clásicos sabores de la abuela, todos liderados por Asturpnima (Asociación Turística Portal del Nima).
En el camino se encuentra ‘Caluce’, un lugar de agroturismo lleno de historias de café, de plátano o de gallinas ponedoras, de miradores y de gente que quiere hacer del turismo rural una realidad. La Asociación Agropecuaria y Ecoturística Unida por la Paz, Asaipaz, invita a todas las personas a conocer la finca ‘El Bosque’ con senderos característicos por sus fuentes de agua natural y un vivero de orquídeas.
Ahí, también en medio de las montañas de este paraíso, está la finca ‘Miraflores’, que los sorprenderá con su gastronomía, vivero de orquídeas y actividades de senderismo.
Y para que no se quede sin probar el sabor campesino de la montaña se puede deleitar de los platos que hoy produce el famoso restaurante ‘El Porvenir’.
Desde ‘Calucé’, el paso obligado es Tenjo, la capital del Corredor, el imaginario comunitario y la posibilidad de momentos de inspiración de un grupo de mujeres que encontraron en el vivero ‘El Encanto’.
Este vivero es una posibilidad para llenar de colores a este pueblo maravilloso y para hacer posible una vida de matices de mujeres llenas de ganas de seguir construyendo región desde su Asomutenjo, desde donde lideran además una experiencia de sabores y saberes en el restaurante ‘El Sabor del Campo’.
Desde Tenjo, los caminos nos llevan hasta la vereda Agua Azul, en la finca ‘La Esperanza’, donde el proyecto agropecuario de ganadería y lechería San Luis te invitan a disfrutar del sabor del campo.
Desde las aguas azules de la montaña la vía te lleva hasta La María donde el turismo rural se expresa en ideas de agroturismo que te regalan una experiencia de finca tradicional vallecaucana en Agroperpetua.
Desde Tenjo el camino te llevará hasta La Quisquina, ‘el balcón del Nima’, con miradores sencillamente maravillosos que te regalan una visual del valle geográfico del río Cauca, omnipotente y majestuoso en la finca ‘Miravalle’, donde la experiencia te muestra el valor del campo con una apuesta de agroturismo, pero con el confort de la ciudad en los glamping y/o habitaciones de gran comodidad.
Desde Miravalle, el camino te llevará a Dinamarca, una finca especializada en la experiencia de los lácteos y las tradiciones de la ganadería. Desde Dinamarca, el camino te lleva hasta el restaurante comunitario ubicado en la finca ‘Villa Viviana’ donde un grupo de mujeres han decidido hacer posible los platos especiales de la gastronomía criolla para todos sus visitantes.
Desde Villa Viviana, el paso obligado es la Finca Villa Carmen, que es la experiencia y la expresión del campo vallecaucano desde la producción agroecológica, pues la finca Villa Carmen es vida, historias, anécdotas, resistencia y esencia del campo en sus cultivos de aguacate, café, frutales o en su huerta comunitaria para la seguridad y soberanía alimentaria.
Villa Carmen es tan especial, que tal vez por eso, la Virgen del Carmen la escogió un día para regalarles una bendición cargada de esencia divina. Y desde aquí desde Villa Carmen, el camino te lleva por el sendero de las flores y el color en la finca Manzanares.
La ruta de la Quisquina agroturística te regala en lo alto de sus montañas un encuentro con otro mundo, ese mundo de elementales y seres que se conectan con la naturaleza desde su cosmogonía y desde su esencia de nuestra raíces más ancestrales y puras.
Aquí el camino te regala la expresión de lo ancestral y la cultura hecha palabra en Abintukwa, el origen de los guardianes de esta sierra vallecaucana que han sabido llegar desde de la Sierra Nevada de Santa Martha, con sus tradiciones Arahuacas desde el templo donde nace el sol y se conecta con la luna para el cosmos y para la vida misma en Nabusimake.
Estos guardianes llenos de paz y buena energía nos dan cada día una enseñanza de armonizar nuestro ser con nuestra naturaleza para saber ser la expresión natural que debemos ser. Bienvenidos al Valle guardianes de la Sierra.
Finalmente, el camino del Nima sigue la cordillera central para llevar a los aficionados a la naturaleza exótica y la magia salvaje hasta el Socorro y la Nevera, que con sus paisajes y rutas de páramo es la conjugación de la experiencia de naturaleza perfecta, tan llena de aves, tan llena de paisajes, tan llena de biodiversidad y servicios ecosistémicos pero ante todo tan llena de vida y de gente que te recibe como si fueras de la Nevera, donde puedes sentir que tu sentidos colapsan por la majestuosidad onírica de la naturaleza.
Aquí están los emprendedores del Nima, un grupo de personas que buscan en el Turismo de Naturaleza una oportunidad de desarrollo local y que junto a esta sinergia institucional poco a poco hacen posible este sueño llamado Corredor Turístico del Nima.
Más información:
Escuela de Turismo UAO