Por: Juliana Núñez Ocampo, equipo de Comunicaciones de la Escuela de Turismo UAO.
Los bosques andinos tropicales albergan la mayor proporción de la biodiversidad del país, así como de sus servicios ecosistémicos, representados principalmente en la provisión de agua para muchas comunidades, ya que en ellos nace la mayoría de los ríos de gran importancia para Colombia. De igual manera, estos bosques albergan una buena proporción de especies endémicas y semiendémicas que son un emblema nacional.
Un caso particular de una especie emblemática para los Andes de Colombia es nuestro árbol nacional, la palma de cera, cuya especie se encuentra amenazada y en vía de extinción en nuestro país. Tomando este contexto como base, la comunidad del corregimiento de Combia, en la cuenca alta del río Amaime liderada por Preservadores de Vida Combia, ha desarrollado un programa comunitario para la conservación y restauración de la palma de cera durante los últimos siete años.
Esta labor de preservación ha sido una propuesta de perseverancia por parte del líder comunitario del vivero de Combia, Jaime Quintero. Él recorre los potreros con el fin de encontrar las pequeñas plántulas y llevarlas a su hogar, donde ha
construido un vivero para cuidarlas y posteriormente sembrarlas. Este líder ha rescatado más de un millar de individuos de palma de cera y, en la actualidad, se ha embarcado en la titánica tarea de recolectar las semillas o corozos para germinarlas en su propia casa. Jaime comenta que: “Vamos a completar siete años trabajando en esto del rescate de nuestro árbol nacional, la palma de cera. En este vivero tenemos aproximadamente cien germinadas aquí en esta casa, en su hogar, como le digo yo, en nuestro vivero. Es pequeño, pero realmente grande de corazón”.
Como parte del proceso de fortalecimiento a los negocios verdes, en particular en el turismo de naturaleza en la zona del Corredor Turístico del Amaime, actualmente llevado a cabo por la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma de Occidente y la compañía Celsia en el marco del programa de Turismo de Naturaleza para la región, una de las principales acciones es la conservación de los ecosistemas terrestres, su biodiversidad y servicios ecosistémicos
mediante la implementación de criterios de sostenibilidad.
Tomando como base lo anterior, ha sido crucial para el proceso de formulación e implementación del programa de turismo de naturaleza del Amaime contar con un proceso comunitario de conservación, como el de la palma de cera, que se convierte en una de las experiencias más significativas para el turismo de naturaleza, comunitario y científico en la zona de influencia del Parque Nacional Natural Las Hermosas. Por lo tanto, se ha decidido apoyar el proceso de Preservadores de Vida Combia, fortalecer el vivero comunitario de palma de cera, llevar a cabo procesos de educación ambiental en la Institución Educativa Tablones, sede Atanasio Girardot y realizar jornadas de siembra de palma de cera, que en este 2023 llega a su tercera versión.
Desde la compañía Celsia, la gestora social Jimena Lizarazo expresa: “Esta tercera siembra de palma de cera es fundamental para Celsia desde nuestra política ambiental, ya que tenemos una línea que contribuye a la biodiversidad de los territorios en los cuales estamos presentes. La palma de cera, sabemos que es una especie endémica de nuestra región, comprendemos su importancia para la conservación de otras especies, principalmente de fauna como el lorito orejiamarillo. Realizar esta tercera siembra en Combia nos permite, a través de las comunidades y sus iniciativas, contribuir a la conservación en el territorio”.
De igual manera, otro proceso de conservación que está ganando fuerza en el territorio y que se vincula este año con la jornada de siembra de palma de cera es el de la vereda Las Vegas, específicamente en la finca Villa Aurita. En este lugar, se trabaja con la especie de pino colombiano, Retrophyllun Rospigliosi. De esta manera, la siembra de este 2023 se llevará a cabo en un predio de la finca Villa Aurita con individuos de estas dos especies, insignias de la biodiversidad colombiana y tesoros naturales de Combia.
Para Iván Zúñiga, líder del proceso del pino colombiano en la finca Villa Aurita: “El hecho de ayudar a preservar nuestro árbol nacional, como lo es la palma de cera, Ceroxilon Quindiuense, es muy significativo porque así aportamos a multiplicar estas especies mágicas. En relación con la siembra del pino colombiano, Retrophyllun Rospigliosi, es crucial ya que contribuimos a evitar su extinción”. La siembra del pino colombiano puede generar diversos beneficios ambientales, promoviendo la conservación del suelo y la creación de hábitats para la biodiversidad.
La siembra y el cuidado de estas dos especies son prácticas esenciales para enfrentar los desafíos ambientales actuales y preservar la naturaleza en el Corredor Turístico del Amaime.
Esta jornada de siembra promueve tres líneas:
- La investigación y restauración, para determinar el estado actual de la comunidad de palmas de cera en la zona, así como la creación de un vivero comunitario para su recuperación y restauraciónposterior en zonas acordadas con los habitantes locales.
- Educación ambiental, que tiene como objetivo sensibilizar a la comunidad local, instituciones educativas y turistas sobre el valor ambiental, social y cultural de esta especie nacional, así como la necesidad de trabajar por su conservación.
- Los negocios verdes participan activamente en el proceso de turismo de naturaleza con esta especie.
Por último, desde la Escuela de Turismo, el profesor y director Germán Morales menciona que: “Para nosotros, desde la Universidad Autónoma de Occidente, como una institución comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el desarrollo comunitario, la conservación de nuestra biodiversidad y los ecosistemas estratégicos, como es el caso de la alta montaña y los páramos, es altamente significativo poder apoyar y participar en este tipo de procesos en la cuenca del río Amaime. En particular, en la zona de Combia, donde gracias a la alianza con la compañía Celsia y el liderazgo de Preservadores de Vida, estamos consolidando uno de los procesos de capital social, biodiversidad y desarrollo local comunitario más significativos del Valle del Cauca“.
